Siguiendo con lo entretenido que es investigar imaginar y reproducir máquinas de guerra antiguas, ahora le ha tocado turno a la más conocida y quizá más usada: el ariete.
El diseño es completamente mío, a partir de imágenes e ideas comunes sobre cómo deberían haber lucido estos armatostes.
Hecho completamente en balso, cartón endurecido como cuero, y masilla; no tengo elementos ni figuras en esta escala ( 1.70 Aprox.) así que esta vez no le haré viñeta. Las flechas clavadas son espigas de trigo incrustadas, pegadas y pintadas.
La idea de ubicar escudos elaborados como protección frontal en el ariete es cosa solamente mía; muy poco probable es que sucediera.
Saludos y hasta pronto.
DS